miércoles, 6 de enero de 2016

RECOMENDACIONES PARA LA ALIMENTACIÓN EN LA PRIMERA INFANCIA parte 2

Volvemos con la alimentación para los más pequeños de la casa, recordamos la importancia que van a tener estos primeros años en cuanto a la alimentación se refiere, y con ello, todos los beneficios que podemos obtener, a nivel preventivo, hábitos saludables con los que su calidad de vida, sin duda, va a mejorar mucho, mantener un nivel de salud óptimo, intentar retrasar la posible aparición de trastornos metabólicos, ciertas enfermedades y factores de riesgo de otras muchas...



-¿Qué consideraciones alimentarias podemos ver en función de la edad?

Debido a la variabilidad y especifidad de la alimentación de los niños de 0 a 3 años, se ha considerado adecuado plantear unas recomendaciones generales para las siguientes franjas de edad:

  • De 0 a 6 meses: La leche materna de forma exclusiva es el alimento recomendado para los primeros 6 meses de vida, y posteriormente como complemento a la incorporación de nuevos alimentos. La madre debe de tomar un suplemento de 200 microgramos de yodo al día para prevenir los trastornos por déficit de este mineral en el bebé. El hecho de que la madre se reincorpore a su trabajo o que el niño vaya a una escuela infantil, no debe suponer el abandono de la lactancia materna.

  • De 6 a 10 meses: A partir de esta edad, la leche debe seguir siendo la principal fuente nutritiva con la incorporación y complementación de otros alimentos necesarios que hay que introducir para garantizar el crecimiento, desarrollo y salud óptimos. Es recomendable continuar con la lactancia materna a demanda hasta los 2 años de edad, poco a poco hay que ir estructurando los horarios para que el niño se adapte a los horarios familiares. Las comidas del mediodía, en esta edad, deberían ser purés variados con un volumen aproximado de 200-225 gr. (priorizando la sensación de apetito del niño), que incluyan en diferentes proporciones:
  1. Verduras: zanahorias, cebolla, judía tierna, calabacín, calabaza, puerro.
  2. Farináceos: papillas de arroz o de maíz (cereales sin gluten) y/o patata. Entre los 6 y 7 meses se puede iniciar la aportación de cereales con gluten (trigo, avena, cebada y centeno), con prudencia y observando la tolerancia digestiva del niño.
  3. Carne: 20 o 30 gr. al día (empezar por pollo y pavo, introducir la ternera al cabo de una semana)
  4. Pescado: introducirlo a partir de los 9 meses, 30 o 40 gr. al día, pescado blanco tipo lenguado, merluza o gallo. Se puede empezar sustituyendo a la carne 2 o 3 veces por semana.
  5. Aceite de oliva en crudo, una cucharada pequeña (de postre).
Ejemplo de menú diario para niño de 8 meses:
-Desayuno: Leche materna o leche adaptada de continuación con papilla de cereales (6-7 cucharadas), volumen aproximado 225 gr.
-Comida: Puré de verduras con patata o un poco de arroz, aceite en crudo y 20 o 30 gr. de carne de pollo o ternera, volumen aproximado 200-225 gr.
-Merienda. Puré de fruta, unos 200 gr.
-Cena: Igual que el desayuno.
Ofrecer una toma de leche materna o de continuación por la noche.

  • De 10 a 12 meses: Es recomendable (según el ritmo de dentición y el interés del niño por la comida) comenzar a chafar los alimentos en lugar de triturarlos y ofrecer algunos trozos cortados muy pequeños, también se puede incluir:
  1. Sopa de pasta fina o de arroz.
  2. Yogur natural y queso fresco.
  3. Yema de huevo cocido.
  4. Puré de legumbres bien cocidas y pasadas por el pasapurés.
Las cantidades de alimentos por comida deben oscilar entre 225 y 275 gr. (priorizando la sensación de apetito del niño). a esta edad se comienza a ofrecer postre a base de lácteos (yogur natural o queso fresco) o preferentemente fruta fresca triturada o en trozos muy pequeños.

Ejemplo de menú diario para niño de 11 meses:
-Desayuno: Leche materna o de continuación con papillas de cereales, volumen aproximado 250gr.
-Comida: Judía tierna, zanahoria, patata y cebolla chafada o triturada con el caldo de la cocción, un poco de aceite de oliva virgen y carne hervida o al vapor cortada en trocitos muy pequeños (20 o 30 gr.), no es conveniente incluir la cantidad de carne (20-30 gr.) o de pescado (30-40 gr.) indicada en más de una comida al día. Si se quiere incluir en la comida y en la cena, habría que fraccionar las cantidades, por lo tanto 15-20 gr. en cada comida.
-Merienda: Fruta troceada o chafada.
-Cena: Sopa de arroz y calabacín con media yema de huevo cocido.
Ofrecer una toma de leche materna o de continuación por la noche.

  • De 12 a 18 meses:A partir del años, el niño puede comer casi de todo, introduciendo progresivamente:
  1. Leche entera y queso poco graso.
  2. El huevo entero.
  3. La pasta más gruesa bien cocida.
  4. Las legumbres, chafadas primero y enteras después (bien cocidas).
  5. Las guarniciones crudas (se puede empezar por trocitos de lechuga, zanahoria rayada, tomate sin piel ni pepitas).
  6. Los frutos secos triturados (almendras, avellanas, piñones, nueces).
  7. Se puede ir diversificando las técnicas y preparaciones culinarias.
Las técnicas y preparaciones más adecuadas para los niños de 1 a 3 años son las sopas, las cremas, los purés, los cocidos, los guisos y los estofados, y de vez en cuando, a partir de los 18 meses, algún asado.

Ejemplo de un menú diario para un niño de 16 meses:
-Desayuno: 1 vaso de leche con galletas o mejor pan tostado con aceite.
-Media mañana: Gajos de naranja o mandarina.
-Comida: Judía verde y patata chafada con medio huevo duro rayado y 1 rebanada de pan, de postre macedonia de frutas.
-Merienda: 1 yogur natural o una fruta.
-Cena: Sopa de verduras, filete de lenguado al horno (30-40 gr.), una rebanada de pan pequeña y de postre unos granos de uva peladas.
Ofrecer una toma de leche materna o de continuación por la noche.

--Es importante garantizar la aportación de fruta en los postres, 3 raciones al día, por lo que en la merienda puede ser favorable la opción del yogur.


  • De 18 meses a 3 años: En esta etapa, mencionar la introducción del pescado azul, sardina, atún, caballa, salmón, (inicialmente mejor sin piel), y las verduras flatulentas como las coles, las alcachofas, los espárragos... También hay que ir aumentando el volumen de las raciones, según la necesidad del niño.
Ejemplo de menú para niños a partir de los 18 meses:
-Desayuno: Leche con galletas o mejor pan tostado con aceite.
-Media mañana: Fruta, puede ser un plátano.
-Comida: Guisado de patatas, zanahoria, calabacín, guisantes y dados de carne magra (20-30 gr.), 1 rebanada de pan pequeña y yogur o requesón.
-Merienda: Yogur y fruta pequeña (fresas).
-Cena: Caldo vegetal con fideos, filete de merluza (20 gr.) con verduras al vapor o papillote, rebanada pequeña de pan y fruta (pera).
Ofrecer una toma de leche materna o de continuación.

--Es importante garantizar la aportación de fruta en los postres, 3 raciones al día.
--En caso de que en la merienda se incluya un alimento proteico tipo jamón o similar, habrá que reducir la cantidad de carne, pescado o huevo del resto de las comidas.


-¿Qué me dices de la seguridad e higiene en la preparación de los alimentos?
 puede
Muy buena pregunta, a veces nos olvidamos de la importancia de estos detalles. A la hora de elaborar la comida en general y para los niños en particular, hay que tener en cuenta algunos aspectos:
  1. Los niños constituyen un grupo de población especialmente sensible ya que, por un lado, su sistema inmunitario es inmaduro y por lo tanto son menos capaces de combatir cualquier infección o intoxicación causada por alimentos alterados, y por otro, su peso es inferior al de un adulto, por lo que pequeñas cantidades de un producto alterado, son suficientes para causar trastornos importantes en su estado de salud.
  2. Los alimentos para niños a menudo se trituran o se trocean, hecho que aumenta su digestibilidad, pero también los hace más susceptibles a deteriorarse y más accesibles a los gérmenes.
-¿Tenemos recomendaciones generales para una correcta manipulación y preparación de los alimentos?

Por supuesto que si, y podemos diferenciar en:
  1. Antes de empezar a preparar los alimentos: hay que tener en cuenta que los propios manipuladores pueden ser portadores de gérmenes y contaminar los alimentos por contacto con las manos, mucosas o cualquier herida en la piel, hay que ser rigurosos a la hora de lavarse y secarse las manos, protegerse las heridas, no toser ni estornudar sobre los alimentos y en caso de padecer cualquier infección, dolor abdominal u otro tipo de síntoma que nos haga sospechar alguna irregularidad, es preferible delegar la preparación de los alimentos a una persona sana. Verificar que las herramientas y la superficie de trabajo estén limpias, los biberones han de lavarse inmediatamente después de cada utilización con abundante agua caliente y jabón, las tetinas deben cambiarse si se detectan fisuras que faciliten la acumulación de suciedad, lavar y secar bien todos los utensilios utilizados, cuchillos, batidoras, etc, para secar , utilizar si es posible, papel de cocina y evitar el uso de paños de cocina, ya que a menudo acumulan gérmenes. Adquirir los alimentos en establecimientos autorizados en donde la higiene, la limpieza, el orden y la clasificación de los alimentos sea la adecuada. Al comprar alimentos congelados y refrigerados, mantener una temperatura adecuada a las indicaciones del producto para su transporte y posterior almacenamiento, (congelados < -18ºC, refrigerados 0-7ºC).
  2. Durante la preparación de los alimentos: Es importante verificar que los alimentos que se van a utilizar se encuentran en perfecto estado de conservación, sin inflamientos ni coloraciones anormales y sin sobrepasar la fecha de caducidad. Cuando se trate de un alimento congelado, hay que descongelarlo a temperatura de refrigeración y nunca a temperatura ambiente. En caso de alimentos congelados caseros, hay que asegurarse de que la congelación sea rápida, y marcar el producto con la fecha con el fin de controlar el tiempo que está congelado. Para alimentos que se calienten, hay que asegurarse de que alcancen, como mínimo, los 65ºC ya que es la temperatura mínima de destrucción de la mayoría de patógenos. Los alimentos que no han de recibir ningún tratamiento térmico, como las ensaladas y las frutas, deben lavarse bien con abundante agua fria y/o pelarse , y los manipuladores deben de extremar las medidas de higiene, recordar que es conveniente higienizar las ensaladas y verduras que no se tengan que cocer con productos autorizados para el uso alimentario.
  3. Al finalizar la preparación de los alimentos: Es importante que los alimentos sean consumidos durante las 2 horas posteriores a la preparación. En caso de que no sea posible, hay que conservarlos en refrigeración o en congelación, recordar que nunca hay que recongelar alimentos que ya han sido previamente descongelados, salvo que los hayamos descongelados en crudo, los cocinemos y los volvamos a congelar. A la hora de conservar alimentos, hay que evitar contaminaciones cruzadas con otros alimentos, para lo cual hay que protegerlos y evitar que entren en contacto con alimentos de naturaleza diferente, carne con pescado, productos crudos con productos cocinados o frutas, verduras y huevos con cualquier otro producto. Cuando una comida no se realice en el mismo sitio donde se haya cocinado, deberá trasladarse en recipientes isotérmicos que mantengan el producto suficientemente caliente o frio, según se trate.

-Toda precaución es poca cuando se trata de la higiene en la preparación de los alimentos para todos y con más motivo en la que va dirigida a los niños.


-No olvides que la salud de tu hijo está en tus manos.



-Alimentos de riesgo para los niños: Dar a los niños alimentos poco cocidos, como huevos, moluscos y crustáceos o quesos elaborados con leche cruda, puede provocar una situación de riesgo, ya que  los alimentos que no han sufrido un tratamiento térmico completo pueden contener bacterias patógenas, con estos alimentos hay que extremar más si cabe las medidas de prevención y estar atentos a posibles reacciones.



-Para terminar, recordaros en este día de Reyes, que el mejor regalo que podemos hacerle a nuestros hijos es una buena educación alimentaria, unos hábitos de vida saludables, es difícil, pero ellos se lo merecen, su salud está en juego...

Recordaros que... Alimentación + Actividad física = Salud



¿Sabías que limpiarle la boquita a tu hijo 
es tan importante como bañarlo?

Feliz día de Reyes, hasta la próxima.